Con 24 años de trabajo en nuestro colegio, la profesora Elizabeth Cruz ha hecho prácticamente toda su carrera profesional en este establecimiento. “Yo llegué a trabajar aquí el año 1998, comencé haciendo reemplazos. Al año siguiente me contrataron de planta, me dieron un 1° Básico y desde ese entonces no he parado hasta la fecha”, relata.
Gracias a su trayectoria con nosotros, la docente ha sido testigo de los grandes cambios que han ocurrido en el colegio, especialmente en el ámbito académico. Sin embargo, destaca que pese a todo se han conservado los principales sellos de nuestra institución. “Antes se les exigía a los niños tener cierto promedio para seguir aquí, ahora ya no es así, pero se ha mantenido la exigencia a través del tiempo. Uno siempre tiene que estar informándose, haciendo capacitaciones para mantenerse a la vanguardia de lo que es la educación y creo que eso es clave para que el colegio se destaque en la ciudad”, agrega.
La profesora Elizabeth también quiso manifestar su visión de cómo han cambiado los estudiantes en los últimos años, especialmente con la pandemia, señalando que “hoy en día los niños están más inquietos. Yo siento que los niños en el colegio se regulan de alguna manera, pero hay casos especiales. Lo que más me llama la atención es que los niños de hoy son más críticos que antes y eso es bueno, a mí me gusta que sean así, que tengan sus propias ideas y opiniones. Antes los niños se sentaban, uno les pasaba los contenidos y listo, eso sería. Eran muy poquitos los que participaban. Pero hoy en día los niños son mucho más participativos, dicen lo que les pasa, lo que sienten y lo que piensan, y eso está súper bien, me parece excelente”.
De todas formas, destaca el apoyo socioemocional que actualmente reciben los alumnos por parte de profesionales especialistas en el área, afirmando que “es súper bueno que ahora haya más psicólogos, que haya un grupo PAE para darle apoyo a los niños que lo necesitan. Antes no existía eso, estaba solo la profesora del curso y uno se las arreglaba de alguna forma haciendo reforzamiento”.
Además de ser profesora, Elizabeth también es apoderada del colegio, lo que le permite tener distintos puntos de vista de la labor que se realiza en el establecimiento. “Trabajar y ser mamá al mismo tiempo es un poco complicado, sobre todo en este colegio que siempre se ha destacado por ser de excelencia, donde se le exige un poquito más a los niños. Entonces yo también tengo que estar ahí pendiente de lo que son sus responsabilidades. Ha sido difícil, pero también muy bonito. Mis tres niños se han formado acá, los dos primeros ya están grandes y el menor está en 7° Básico», cuenta.